Nos encontramos atravesando lo que podría denominarse “Cuarta Revolución Industrial”, no provocada exclusivamente por el incremento tecnológico en el proceso productivo, sino también por una serie de transformaciones que van desde lo cultural hasta lo organizacional.

La globalización, el avance tecnológico, la creciente competitividad y la necesidad constante de innovación que demanda el mercado, ha empujado a la industria a un proceso de modernización, que implica una nueva forma de organización y de control de la cadena de valor, con el objetivo de alcanzar lo que se denomina, una “Fábrica inteligente”.

Esta innovación inteligente de los procesos productivos supone una reducción a largo plazo en los costos, así como también una ampliación de la capacidad productiva para competir en el escenario mundial.

Procuramos analizar las transformaciones en los sistemas productivos a partir de nuevos conceptos aplicados a la organización de la producción, del trabajo y a la gestión de recursos humanos con su alcance en todas sus dimensiones (macro, micro, sectorial y regional). En el plano micro, es decir, en la empresa su expresión consiste en el alcance de más altos niveles de calidad y productividad de su producción basados en el concepto de sustentabilidad, y en lo macro, cuando en el conjunto de la economía se adoptan políticas que apuntan a crear condiciones para un desenvolvimiento más competitivo de la misma.

Pensar el mundo como una sociedad global, donde se generan continuamente cambios científicos y tecnológicos que repercuten en sus procesos productivos, y que se desenvuelven a escala mundial, nos presenta un escenario desafiante y dinámico que trasciende las fronteras nacionales y nos obligan a mantener siempre la competitividad, incluyendo aspectos ambientales y de inclusión social, flexibilizando las condiciones internas de producción, en forma más ágil y flexible, con mayor eficiencia, optimizando la logística, desarrollando análisis predictivos, adaptándose a las variaciones del mercado y a las necesidades del usuario. En este contexto, también pasan a ser importantes en nuestro caso, la cooperación intersectorial e interregional, siendo un buen ejemplo los parques industriales que juegan un rol fundamental, posicionándose como articulador y facilitador de ciertas herramientas para las PYMES, que muchas veces encuentran dificultades para conocer o actualizar determinados procesos por su propia dinámica cotidiana y no cuentan con tiempo para conocer todas las ofertas en materia de innovación.

Construir un modelo de desarrollo productivo para nuestro país implica debatir sus lineamientos y prioridades, recuperar la visión estratégica y proyectar objetivos hacia el futuro.